En un artículo recientemente publicado por TI Inside, se reveló que las micro y pequeñas empresas (MPEs) brasileñas han logrado avances significativos en términos de madurez digital, con un puntaje promedio de 48.25 en 2023, según lo indicado por la investigación de la Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI).
Como CEO de VitaminaWeb y fundador de Jurnly, dos empresas inmersas en el universo digital, considero estos datos no solo como números, sino como un reflejo de la resiliencia y adaptabilidad del sector empresarial brasileño.
Conectividad y Educación Digital
El estudio de la ABDI, estructurado con base en un cuestionario que abarca cinco objetivos esenciales, incluyendo ‘Conectar y Enganchar a Clientes’ y ‘Establecer nuevas bases de competencia’, muestra que la digitalización de negocios es una tendencia consistente. La conectividad a través de banda ancha lidera la implementación tecnológica, lo que es un claro indicativo de que el acceso a la información y la capacidad de comunicación son priorizados.
Sin embargo, la baja adopción de herramientas de e-learning señala una área crítica que necesita más atención. La educación digital es un pilar fundamental para la evolución de la madurez digital, y su implementación debe ser vista como una inversión en el capital humano de las empresas.
Desafíos y Oportunidades Post-Covid
Adryelle Pedrosa, gerente de Transformación Digital de la ABDI, menciona la escasa implementación de herramientas de e-learning y la desaceleración en la ampliación de los canales de negocios en línea como desafíos notables. Estos puntos pueden ser reflejos de una reapertura económica post-covid, donde las actividades presenciales están retomando su espacio.
Sin embargo, es esencial que las MPEs vean esto no como un retroceso, sino como una oportunidad para integrar estrategias digitales y presenciales, creando un modelo de negocio híbrido y resiliente.
Clasificación y Progresión: Una Perspectiva del Modelo CDE de Jurnly
La investigación de la ABDI, que clasifica a las MPEs brasileñas en cuatro niveles de madurez digital, encuentra un interesante paralelo en el modelo CDE (Evolución Digital Continua) de Jurnly. Este modelo ofrece un enfoque estratégico para la transformación digital, delineando un camino claro para que las empresas evolucionen digitalmente.
La correlación entre las etapas del modelo CDE y los niveles de madurez digital identificados por la ABDI es una oportunidad para reflexionar sobre cómo las empresas pueden progresar de manera más estructurada y eficaz.
Del Principiante al Innovador: La Jornada de la Madurez Digital
En la primera etapa del modelo CDE, el «Principiante», las empresas están comenzando a entender la importancia de la digitalización. Esto se asemeja al nivel «Analógico» de la ABDI, donde las empresas están al inicio de su trayectoria digital. Jurnly reconoce que, aunque la adopción digital puede ser incipiente y desorganizada, es un paso crucial para el reconocimiento de la necesidad de cambio.
A medida que las empresas avanzan al «Estadio Envolvido» del modelo CDE, comienzan a integrar sus iniciativas digitales, reflejando el nivel «Emergente» de la ABDI. Aquí, las MPEs ya están aplicando las lecciones aprendidas y comienzan a ver la digitalización como parte integral de sus estrategias de negocio.
El «Estadio Optimizador» en el modelo CDE es donde las empresas comienzan a cosechar los frutos de la transformación digital, lo que puede ser comparado con el nivel «Intermedio» de la ABDI. Las empresas en este estadio están utilizando efectivamente la tecnología digital para conectar datos y optimizar operaciones, buscando eficiencia y efectividad en sus estrategias digitales.
Finalmente, el «Estadio Innovador» del modelo CDE corresponde al nivel «Líder Digital» de la ABDI. Las empresas que alcanzan este estadio son aquellas que no solo adoptan y optimizan tecnologías digitales, sino que también innovan y lideran en sus campos. Se caracterizan por una integración completa de la transformación digital en todas las facetas de sus operaciones y estrategias.
Sectores en Foco
El sector comercial mostró la mayor evolución, seguido de cerca por el sector de servicios. Esta competencia saludable entre los sectores es un motor para la innovación y mejora continua. Sin embargo, la diferencia casi imperceptible entre los sectores sugiere que hay un terreno común de desafíos y oportunidades que pueden ser mejor explorados a través de colaboraciones y asociaciones estratégicas.
Lo que podemos concluir
La falta de recursos todavía se cita como el principal obstáculo para el avance en la transformación digital. Esto resalta la necesidad de políticas de apoyo más robustas, inversiones en infraestructura y programas de capacitación que puedan ayudar a las MPEs a superar estas barreras.
La madurez digital es un indicador crítico del potencial de crecimiento e innovación de las MPEs. Los datos presentados por la ABDI y discutidos por TI Inside ofrecen una visión valiosa del estado actual y las perspectivas futuras para las MPEs en Brasil.
Como líderes empresariales e innovadores, debemos continuar promoviendo la educación digital, la colaboración entre sectores y la inversión en tecnologías emergentes.
El camino hacia la madurez digital es multifacético y requiere un enfoque estratégico y adaptativo. El modelo CDE de Jurnly, alineado con los niveles de madurez digital de la ABDI, ofrece un plan de ruta para que las MPEs brasileñas avancen hacia una integración digital más profunda e innovadora.
A medida que las empresas progresan de «Principiantes» a «Innovadores», transforman no solo sus operaciones sino también el mercado en el que actúan, impulsando el crecimiento económico y la innovación en Brasil.
El viaje es continuo, y cada paso adelante refuerza la posición de Brasil como un jugador maduro digitalmente en el escenario global.
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